Creo que estaría orgulloso
De que lo hubieran comparado conmigo
En verdad, no estábamos tan lejanos
Él escribió “Residencia en la Tierra”
Yo escribí: “Me echaron de la residencia”.
Él escribió: “Confieso que he vivido”,
Yo escribí: “Hace 30 años que no me confieso”,
Él escribió: “Alturas de Machu Pichu”,
Yo escribí: “Las aventuras Pacho y Pichi”,
Él escribió: “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”,
Yo escribí: “El amor me tiene desesperado y 5 x 4 no son siempre 20”,
Él escribió: “La oda al tomate”,
Yo escribí: “La joda que te tomaste”,
En fin, nos parecíamos tanto,
Que un día le mostré a una amiga un poema
Y me dijo: “¡Pero qué bien escribes
Parece escrito por Neruda!”.
Lamentablemente, era un poema de Neruda.
Pero nuestros parecidos
Iban más allá de lo superficial,
Él vivía en la Isla Negra,
Yo vivía con una negra isleña,
Él era un enamorado de su país, Chile,
Yo me enamoré una vez de una chilena,
Neruda recibió el Nobel de Literatura
Yo recibí una novela de pasta dura,
Como pueden ver
Más que parecernos
No revolcamos en las mismas fuentes
De sabiduría
Donde las musas de la inspiración
Le dieron a él el don de la palabra escrita
Y a mí me dieron por escrito una nota de evicción.
Ya comprenderán ustedes
Por qué Neruda se habría sentido
Tan honrado
De ser comparado
Con el mejor malabarista de palabras,
El Houdini del escape verbal,
Él que escribió todo
Y yo que no escribí nada o casi nada
Pero, en unas breves páginas
Estuvimos compartiendo,
Él su genialidad
Y yo mi ingenuidad
De poeta de madrugada
Que más que inspirarse en las estrellas
Era una inspiración para que las estrellas
Siguieran brillando de constelación en constelación
De patio en patio, hasta en el solar
Donde cuelga la ropa a secar
Mi tía Josefina
Desde la bodeguita del medio
Hasta el ombligo del mundo
Allí donde el mundo no es
Ningún misterio
Y donde los poetas de barrio
Creamos al hombre y a la mujer cada día
Del mejor barro
Importado de la China
Sin expulsarlos de nuestro paraíso
Para que amen, pequen y pellizquen
Por los siglos de los siglos,
¡Amén!
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